miércoles, 16 de julio de 2008

pasos de ballet



Casi todos los días visito mi abedul, es hermoso y es un superviviente.
Nos habían regalado seis árboles para hacer una especie de bosquete, pero se fueron muriendo; de la base de uno salió un retoño, derecho como una vela, intrépido, cada día le veías crecer. Su madre pereció, pero él fue perdonado por su osadía; ahora medirá ya casi los 10 metros. Por las mañanas se llena de gorriones, jilgueros y hace poco un ñervatu dió en lo alto un concierto mañanero.
Hoy al acercarme noté algo raro en una rama, le faltaban casi todas las hojas y una que quedaba la veía extraña, como rizada. La sorpresa fue descubrir que la hoja se había convertido en salón de baile para los más de 20 diminutos gusaninos que desafiaban la gravedad ensayando los más inverosímiles pasos de ballet; a la vez que se daban un banquete devorando la verde y tierna hoja de abedul.

Cuando tenga una buena foto, el protagonista será el abedul.



1 comentario:

MaríaT dijo...

Me da un grima terrible esa foto. A pesar de toda la belleza espero que los extermines, que no quede ni uno vivo y que no se coman al arbolín!!!!!!!!!!!!!
Besooooos