domingo, 12 de febrero de 2012

INVIERNO













Y pasa el tiempo. Los colores hermosos del otoño se fueron apagando. La Naturaleza entró en su período de descanso y nosotros nos replegamos buscando el calor y el color de los interiores.




Pero de pronto, un domingo cualquiera de invierno, surge en mi mente un impulso sin más: Los Picos deben de estar muy nevados, estaría bien acercarse a sentir su frío, a escuchar las aguas del deshielo que seguro bajan impresionantes, a ver las nieblas colgadas de las afiladas y escarpadas agujas.




Y nos vamos a Bulnes. Dejamos el Cares verde agua y empezamos la senda siguiendo el pequeño río Bulnes, pequeño pero ruidoso, cascadas y más cascadas se suceden en los primeros metros que vamos a su lado; enseguida lo dejaremos abajo, muy abajo, pues la senda comienza a ascender, pegada a la roca y asomándose ajena a todo vértigo a la estrecha cortada que el río va tallando. La vista quiere mirarlo todo, pero la razón te obliga a concentrarte en los pasos que vas dando, la senda es estrecha, de piedras en algunos sitios resbaladizas y vienen a mi memoria las historias que contaban los montañeros de cuando a Bulnes se llegaba únicamente a través de este empinado y estrecho camino . Cargaban los burros en Poncebos con los víveres, ropas, medicinas y se ponían en marcha. Algunas veces no llegaban, el animal resbalaba y se iba al fondo del desfiladero y allí se quedaba la compra de muchos vecinos. Esto sucedió hasta el año 2001, o sea en el sg.XXI, en el que se construyó a través de la montaña un funicular que evitó a los que todavía viven en el pequeño pueblo volver a sufrir las penalidades de tener que subir lo necesario para su subsistencia a lomos de un burro o en sus propias espaldas.





Pero los que amamos el monte y no necesitamos más que una cantimplora y un poco de chocolate seguimos subiendo a pie, sudando y oyendo allá abajo las historias del río.



Y un caldo y un "cabrales" nos esperan en el bar del pueblu, dónde un gatu gigante se enrosca y duerme metido de lleno por el radiador de la calefacción. En los Picos reina la nieve.

1 comentario:

Angel dijo...

Y despues del refrigerio hay que bajar, con más cuidado que al subir.