martes, 13 de mayo de 2008

Mojando en el tintero

Montevideo y Buenos Aires fueron mis tinteros...
Mi pluma mojaba constantemente y al deslizarse por el papel se iban sucediendo: Rambla kilométrica ciñendo el Río-Mar, feria de frutas y pescados y quesos y plumeros; Feria de Tristán Narvaja, dónde los puestos de piedras, se mezclan con los libros viejos, con las ropas, las gallinas, los conejos, las serpientes y las tarántulas, todo se vende, todo se compra, también el futuro, que un hombre grande y calvo con gafas obscuras y sombrero negro se encarga de leer en tu palma o en el poso del café. La tinta se vuelve verde esperanza en el Fun-Fun, será la uvita...; se vuelve azul cuando miras los cielos infinitos sobre el Río de la Plata; de todos los colores cuando llegas a Buenos Aires y pisas el Tortoni y te sientan a la mesa de Alfonsina..., rojo sangre en la plaza de Mayo cuando pisas en el suelo los pañuelos...; la pluma se desliza feliz y envidiosa cuando entra en la Linardi o en La Oriente y Occidente, con tesoros escritos en otros siglos.
La pluma se transformó en pincel para visitar los museos: el Malba y el de Bellas Artes en Buenos Aires y el de Torres García y el Gurvich, desconocidos para mi y muy interesantes, en Montevideo.
Y del fondo del tintero saltaron los barrios pobres, destartalados, llenos de vida, de gente de niños, con tiendas, cientos de tiendas con grandísimos anuncios de colores.
Y la pluma volaba feliz describiendo los árboles, con nombres tan sonoros como "ombú", "ceibo", "gomero", "palo borracho"...es otoño y ya algunos visten hojas con dorados tonos que presagian su caída.

1 comentario:

MaríaT dijo...

Llegó el otoño pero más parece una semi-primavera... Hace falta que llueva de una vez.
Vas haciendo avances con el diseño del blog, pero no se entiende qué es eso de la derecha. Sé que es una lista de tus libros favoritos pero parece que "La lluvia amarilla" es el título de la sección y no una de sus partes. Un día de estos nos ponemos con cursillo acelerado.
Besones