miércoles, 15 de mayo de 2013

AL TURBINA... ¡por fín!

12 de mayo del 2013 será una fecha para recordar. La de la subida al Turbina. ¿ Y qué significa eso? ¿Qué importancia tiene?.

                 
Bien, el Turbina es un Pico de la Sierra del Cuera, el más alto, 1315m. a sólo 7kms en línea recta del mar Cantábrico y llevo exactamente 31 años y medio viéndolo desde mi ventana. Viví en tres sitios diferentes y siempre lo tuve enfrente. Unas veces escondido detrás de un mar de nubes, de nieblas densas que se abrazan a sus calizas y no dejan que el sol llegue a la costa; otras veces se dibuja perfecto y altivo contra el cielo azul, eso sucede sobre todo los días de "nordeste", el aire frío que nos lleva las nubes y nos deja unos cielos diáfanos y un monte limpio. Y también lo hemos visto vestido de blanco, no muchas veces y por poco tiempo, las brisas del mar están reñidas con las nieves y éstas no duran mucho  en las cumbres, pero la imagen del Turbina nevado es muy hermosa. (en la foto el Liño, hermano menor).


Cuando vine a vivir a Llanes y lo conocí me apetecía muchísimo subirlo, era joven, ágil, siempre me había gustado ir al monte, así que en primavera buscaría a alguien que me guiara...sí,sí ¡vaya adivina que estaba yo hecha!...ese primer verano del 82 nacía M., en la primavera del 84 H. y en la primavera del 85 I. El Turbina seguía presidiendo mis vistas pero cada vez se iba alejando un poco más.
Pero siempre pensé que si deseas algo con muchas fuerzas, muchas, muchas... logras conseguirlo.
Así que con los años subí al refugio del Urriellu, al mirador de Ordiales, al refugio de Vegarredonda y al de Ario y al de Cabaña Verónica, y al de Andara y a los Picos de Riaño, el Yordas y el Gilbo...pero el Turbina seguía mirándome todos los días nada más levantarme, guiñándome el ojo y diciendo: " ¡qué! ¿cuándo subes?".
Y en el otoño, paseando por el puerto, me encontré con J.A.M. y hablamos de monte y salió el Turbina y le dije que nunca había subido, que sin nadie que me llevara no me atrevía, y él dijo que cuando vinieran los días de primavera me avisaría....y así de fácil fue.


Y el domingo 12 de mayo subimos al Turbina, con chofer incluído que nos acercó por una pista  a las primeras rampas casi verticales. Las subimos, resoplando pero las subimos,  vimos la majada hermosa de La Piedra del Oso, los bosques encaramados en las laderas, adivinamos las paredes aún con nieve de los Picos y entre los jirones de niebla que venía del mar vimos pueblos que no pudimos identificar ya que en segundos desaparecían como los conejos de los magos, literalmente era un abrir y cerrar de ojos y ya no había nada. Ahora sé que puedo subir, y también sé que habrá días despejados sin una nube en los que se podrá contemplar todo este pequeño mundo que me rodea y que tanto me gusta. Nos sentiremos libres como el buitre que vimos sobrevolando quebradas, jous y simas y nos daremos cuenta de lo poco que somos ante una naturaleza inmensa, hermosa y perdurable por los siglos de los siglos.


Y de todo corazón agradezco al guía esta oportunidad que nos dio.


 
 Y de vuelta a casa, la niebla iba dejando paso a grandes claros entre los que aparecieron las imágenes no por tantas veces vistas  menos impactantes del Picu Urriellu.....

1 comentario:

J.J.A.M. dijo...

Marisol me encanto tu historia, y más que fuera yo el guia, os llevo, lo único que no fué el día más propicio por el tiempo, pero bueno por fín lo conociste, cuando quieras volvemos.Un saludo J.J.A.M.